Las crecidas controladas tienen como objetivo dotar a los ríos de caudales generadores que garanticen sus ecosistemas. Forman parte del Plan Hidrológico del Ebro y de la estrategia GISDHE
La Confederación Hidrográfica del Ebro realizó ayer crecidas controladas en los ríos Noguera Pallaresa y Cinca, desde los embalses de Camarasa (Lleida) y El Grado (Huesca). Durante las doce horas que ha durado la maniobra se han registrado 120 metros cúbicos por segundo de salida (5hm3) y 400 metros cúbicos por segundo (18hm3), respectivamente.
El objetivo, junto a un pequeño desembalse en Flix, es alcanzar hoy un caudal de 550 m3/s. en el embalse de Ribarroja de las crecidas procedentes de los ríos Segre y del Cinca.
Esta operación de crecidas finalizará mañana, jueves, con la última de las crecidas controladas desde el Mequinenza con 1400 m3/s durante 8 horas (40 hm3).
Las crecidas controladas, aprovechando las crecidas naturales de los días pasados y la abundancia de caudales, tienen como objetivo dotar a los ríos de caudales generadores que garanticen sus ecosistemas, y forman parte tanto del Plan Hidrológico del Ebro como de la Estrategia GISDHE de gestión integral de sedimentos.
Los caudales generadores tienen como objetivo mantener y regular la estructura geomorfológica de los cauces, evitando su progresivo estrechamiento, así como la colonización de las riberas por especies arbóreas favoreciendo también el transporte de sedimentos y materia orgánica.